Algo de mí...23‏


El tema económico me resultaba angustioso ya que por ayudar a Maica en el restaurante sólo al mediodía me daba para malvivir los dos y con Luís decidimos que compartiríamos los gastos que originaba Manuel pero que no habría una compensatoria para mi. Así que la decisión de aceptar la oferta de José fue en parte por el hecho que eran unos ingresos importantes para mí.

Los primeros meses de la separación fueron tiempos de adaptación y como tales duros y a la vez sorprendentes; mi rutina cambió poco ya que de la misma manera que casada me ocupaba de mi hijo, de mi casa, de mi trabajo y de mis ocios. Pero cuando por fin Manuel se acostaba y me quedaba sola entonces era cuando vivía esos cambios; yo era la que decidía en todo momento como ocupar mi tiempo libre. El primer fin de semana sin el niño fue un momento extraño, no supe que hacer con esos dos días sola. ¿Cómo llenar tantas horas de soledad? Sabía que me tenía que construir una nueva vida, manteniendo hábitos de la antigua e incorporando otros nuevos.

Por de pronto me puse manos a la obra con la práctica del tiro fuera del club, procuraba ir los domingos a los cotos de caza y así iba probando el disparo desde varios ángulos y varias distancias. Al principio me asustaba que el ruido pudiera alertar a alguien pero tenía la precaución de no repetir coto, así me fui familiarizando con ella hasta sentirla mía.

Comentarios

  1. je, je...es que hay aficiones que matan!!

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Imagino q ya te lo habrán dicho,pero no has pensado publicar un libro??? Es de lo más intrigante

    ResponderEliminar
  3. Hola Dina, no me lo había comentado nadie...pero me quedo contenta publicando en mi blog ;)

    Besos

    ResponderEliminar
  4. Pues deberías la historia tiene su fondo y sus formas Susana.(Pensar en el libro).
    No me voy de vacaciones sin dejarte un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Hola América, te agradezco el apoyo...y buenas vacaciones!!

    Besos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario