Algo de mí...31

Con el paso de estos últimos años este es uno de los detalles que han variado considerablemente en mi vida, soy cada vez más consciente de mi entorno; en los restaurantes siempre me siento de cara a la entrada lo cual me permite visualizar las personas que entran o salen, suelo eliminar cualquier obstáculo de mi camino como los bolsos o las sillas; cuando paseo no puedo evitar ir cambiando de aceras con el consiguiente jolgorio del que me acompaña y cuando conduzco procuro ir cambiando mi ruta.

Estos cambios se fueron haciendo de manera natural, se creó en mí una forma de ver y de sentir el espacio/tiempo de manera que siempre tenga una salida de escape. Algunas veces esto interrumpe mi vida diaria, no puedo evitar sentirme acorralada cuando voy a lugares con mucha gente, pero hago todo lo posible para que me afecte lo mínimo posible. Algunas veces lo consigo otras no.

En estos momentos retiré la cuarta silla que estorbaba de nuestra mesa cuándo unas manos masculinas me ayudaron a ello, era Diego que compartía la mesa contigua a la nuestra con un amigo.

Le agradecí el detalle y me ofreció una sonrisa que me cautivó hasta hoy.

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