Algo de mí...36

Me trasladé en metro que al ser día laborable iba bastante lleno, y me bajé una parada anterior a la que correspondía; prefería recorrer tranquilamente el barrio para entrar en ambiente.

Éste estaba formado principalmente por edificios altos y todos ellos desprendían un áurea de los años 70, como el barrio estaba algo alejado del centro histórico de la ciudad deduje que estaba en lo que sería el ensanchamiento de la ciudad de esas décadas pasadas al servicio de los emigrantes que llegaron de todas las partes de España para trabajar en las grandes empresas vascas.

El día era frío pero soleado, los niños ya estaban en el colegio lo que me hizo pensar en Manuel, no había sido capaz de llamarlo ni el día anterior ni pensaba hacerlo hasta que no estuviese la misión cumplida; bien sabía en mi interior que hubiese podido flaquear al oír su voz.
Entré en el bar dónde se suponía que mi victima bajaba cada mañana, y éste no tardo en hacer acto de presencia con su diario tal como indicaba el informe, se sentó después de saludar.
Estaba claro que era un cliente habitual ya que sin pedir le sirvieron a los pocos minutos un copioso desayuno que ingirió con fruición.
Yo no acabada de estar a gusto cerca de él, así que me fui en cuanto lo vi atrapado en su lectura, mi siguiente objetivo era acercarme a su casa.

Comentarios

  1. Bueno, ya nos vamos acercando.
    36 entregas para llegar a la víctima.
    Espero que no quiera matarlo de vejez porque si no...

    Besos.

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  2. ¿Tú crees que lo matará?
    ¿Podrá?

    Besos

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