Algo de mí...42

En cuánto llegó abrí la puerta y me introduje seguida del que sería mi primera víctima, yo sabía que él subiría a la cuarta planta así que ya había decidido con anterioridad que el trabajo lo tenía que realizar en la segunda; lo había estado pensando detenidamente y aunque sabía que esto me daba poco tiempo para actuar me daba tranquilidad para la huida.
En esos cuatro días que estuve merodeando por el edificio había visto claro de que manera debía realizar el trabajo, pero lo que más me preocupó era de que forma tendría la salida más fácil, con menos riesgos para mí.

Matar es relativamente fácil, la víctima siempre es pillada de sorpresa lo que al menos que sea un profesional también me da una importante ventaja; para mí el problema es siempre desaparecer de la mejor manera, sin obstáculos, sin terceras personas que se hagan los héroes. En esa primera vez temía la desagradable sorpresa de toparme con algún vecino, así que si realizaba el trabajo en la segunda planta tenía más opciones de huir sin sorpresas de última hora.

Comentarios

  1. No estoy de acuerdo con lo que dices de que matar sea fácil.
    Me acuerdo de la película de Alfred Hitchcock Cortina rasgada, hay una escena en la que demuestra lo difícil que es matar.
    Por lo demás, esperaremos como matas....

    Saludos.

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  2. Tranquilo Javier.
    Esto va para largo.
    De momento solo ha entrado en el ascensor.
    Hasta que llegue a la segunda planta pueden pasar años.
    Hace meses que espero el fatal desenlace.
    Creo que voy a morir yo antes del desespero.

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  3. Hola Javier, por lo visto a ella le parece más difíciles otras cosas...matará con sencillez, tal y como le han enseñado.

    Ja, ja, ja, ja...eres maaaaaaaalo Toro¡!

    Petons¡!

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