Cuándo leí su primera novela, tenía claro que había dado con un filón al estilo de Mankell, novela negra con un hilo conductor importante; el personaje principal va evolucionando a medida que el autor va publicando un nuevo titulo.
En este caso el protagonismo se lo lleva una mujer, y por ende escritora, lo que le da un punto especial bajo mi punto de vista.
Pero sorpresa, en esta novela la protagonista, Erica, pasa a un segundo plano y su pareja, relación que nace en el anterior libro, toma la batuta y la investigación ya que es inspector de policía.
No sé cómo evoluciona Erica en los siguientes libros de la serie, pero espero encontrarme con la enérgica e independiente que tanto me gustó en el primero.
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