Ocho apellidos catalanes

Película para echar unas risas, que no está nada mal, y ya está. 


El hecho de ir al cine tiene un paralelismo al acto de leer un libro, al menos en mi caso;  hay veces que ya te está bien algo suave y sin trascendencia, otras el intelecto te pide algo más profundo.
Esta película forma parte de las sin trascendencia, de humor blanco de las que no golpean ni se quedan atrapadas en tu memoria...lo dicho para disfrutar de un ratito de cine + humor.

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